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A partir del plan urbano de volúmenes y tipologías elaborado por el Ministerio de Hábitat, nuestra intervención en este proyecto consistió, en una primera instancia, en el ajuste de dicho proyecto urbano reconfigurando algunas volumetrías de manera de mejorar la urbanidad y el espacio público del mismo. Para ello, reelaboramos el Sector 7 conformando una manzana de claustro y sobre todo, propusimos las tipologías torre, de doble crujía, en los Sectores 3 y 6, como forma de compactar impronta volumétrica, liberar el espacio público como plaza urbana, y alejar los edificios de altura del barrio residencial lindero.
El proyecto contempla la construcción de 890 viviendas de 2 y 3 ambientes en 7 sectores, con edificios de 8 pisos y placas de 15 pisos. Algunos conformando manzanas con claustro y otros como placas o barras de perímetro libre.
La principal tarea fue el ajuste de las plantas de los edificios, la incorporación de anteproyecto de instalaciones y estructuras, así como la propuesta de fachadas e imagen del conjunto.
Para esta propuesta se intensifico un poco lo que los desarrollos de Procrear venían proponiendo: que, a pesar de ser conjuntos densos y repetitivos, haya variedad y movimiento en las fachadas y el conjunto. Para ello se propuso el principio de alternancia como patrón general compositivo. Las unidades se alternan piso a piso de manera que no se encolumnen balcones ni ventanas y que ese movimiento sea la ley, a excepción de algunas unidades de esquina en las manzanas donde no era posible.
Los interiores de los claustros y los pasillos se trabajaron con circulaciones lineales adosadas como cintas sobre un fondo de color. Un poco con la idea de contrastar las dos fachadas, una muy variada y blanca, y otra sintética y verde, con el concepto de Pulpa y Cascara, que se ve cuando aparece el interior de las circulaciones en altura.